El uso de pulseras NFC para la identificación de personas está extendido desde que grandes festivales de música las empezaron a utilizar para realizar el control de accesos a sus recintos.
Si bien se trata de una forma de identificación basada en el UID del chip, sin almacenamiento de datos personales y que al ser leídos desde una aplicación de lectura NFC externa a la del festival no ofrecían información alguna, este método puede ser utilizado de otro modo por usuarios a pie de calle.
Actualmente las pulseras NFC pueden ser utilizadas muy fácilmente para identificación de personas (niños, ancianos, enfermos…). Para esto bastará con descargarse una aplicación de escritura NFC y grabar la pulsera con los datos deseados. Dado que no todos los chips NFC no tienen las mismas capacidades, en este caso la mejor opción es utilizar un chip NTAG 216, que cuenta con buen espacio de memoria para grabar datos y potente lectura desde dispositivos móviles.
El uso de estas pulseras es muy sencillo, pongamos un par de ejemplos prácticos:
Luis, un abuelo de 90 años con buena salud, activo y mala memoria sale todos los días a comprar el pan y hacer recados. Sus hijos deciden ponerle una de estas pulseras con NFC con los datos de contacto de uno de ellos por si algo le sucediera a Luis, además se incluyen los medicamentos que toma, además de sus alergias o cualquier otro dato necesario.
María, una niña de 8 años viaja con su familia a la playa, los padres deciden ponerle una pulsera identificativa para que en caso de pérdida las autoridades puedan contactar con ellos fácilmente.
Sin duda las pulseras NFC pueden ser muy útiles en estos casos.