Para los que se acercan por primera vez a la tecnología NFC, a veces puede saturar la cantidad de información que existe en torno a la misma, y generalmente la curva de aprendizaje suele ser lenta.
Una de las primeras decisiones que debemos tomar a la hora de afrontar un proyecto que incluya tecnología NFC, bien sea una aplicación móvil con lectura NFC a través de Smartphones o un sistema que utiliza cualquier otro dispositivo de lectura, es que etiqueta NFC a comprar, aquí la decisión debe tomarse con respecto al soporte (etiqueta adhesiva, atornillable, colgante…) y el tipo de chip en su interior.
Una vez dirimido el soporte más adecuado, para lo que debemos tener en cuenta la durabilidad de la etiqueta como esta se verá afectada por las condiciones de su entorno (ej: etiquetas sumergibles), la decisión más importante a tomar es el tipo de chip NFC que utilizaremos.
NTAG 213, NTAG 215, NTAG 216, Ultralight, Mifare Classic, iCode Slix son algunos de los nombres que aparecerán como opciones técnicas, ¿pero cual es el que más conviene a tu proyecto y por que?
En nuestros más 10 años de experiencias en el sector, hemos encontrado que cada proyecto es un mundo, y que dentro de un mismo cliente se puede requerir el uso de diferentes formatos de etiqueta y de chip NFC.
La primera pregunta a contestar es: ¿desde donde serán leídos estos chips?. Desde smartphones, lectores profesionales, dispositivos bluetooth… Esto es importante, porque no todos los smartphones ofrecen el mismo rendimiento de lectura NFC ante determinados chips (tras años de experiencia podemos decir que los chips de la familia NTAG son los más adecuados para ser leídos desde móviles). Mientras que un lector profesional, no ofrecerá problemas con ninguno de ellos.
El tipo de chip que utilicemos también afecta al precio de coste de la etiqueta, ya que las características de los mismos cambian afectando a su valor de mercado.
Así encontramos que entre las etiquetas NFC de la familia NTAG (ej: NTAG 210, NTAG 213 o NTAG 216) normalmente existen notables diferencias de precio que pueden encarecer o abaratar el producto hasta un 50% dependiendo del tipo de etiqueta a utilizar.
Otro factor a tener en cuenta es el espacio de memoria de usuario requerido, este se utiliza entre otras cosas para codificar textos, URLs, acciones… A mayor memoria, mayor coste.
Las funcionalidades del chip también afectan, el hecho de que algunos tipos de chip se puedan proteger ante lecturas indeseadas mediante contraseña, añade un plus de seguridad y unos centimos adicionales al coste de tu etiqueta.
La diferencia de céntimos en el precio de las etiquetas puede parecer poco, pero en proyectos en los que se utilizan miles de etiquetas, realizar un buen estudio inicial de necesidades de chip por parte del cliente puede ahorrar mucho dinero, pero sobre todo asegurarnos que tenemos la mejor etiqueta NFC para el uso que se requiere.
Si estás en ese momento de duda sobre que etiqueta NFC utilizar, deja que nuestro equipo te ayude a escoger la mejor opción.
